domingo, 1 de mayo de 2011

Crónicas del Club XXIV: La sonrisa de los gatos

"El olor a génesis que las tostadas dejan a primera hora de la mañana", "la sala del cine es una placenta de sombras", "el alma llena de raspas de pez", "la bofetada azul de la mañana", "las palabras que se escapan de la boca como pollos que corren hacia su madre" y como esas muchas más. La poesía que impregna las descripciones de Argüez es una de las características que destacamos en la charla sobre "Carne de Gato", charla que tuvimos la semana anterior a la visita de Miguel Ángel.

Junto a eso, el aspecto más llamativo de la novela (la gran apuesta según Miguel Ángel) es la narración. Está hecha en primera persona (cada una de las tres partes de la novela desde el punto de vista de uno de los protagonistas), pero el lenguaje utilizado es muy poético, muy elaborado, cosa que teóricamente no debería corresponderse con la forma de hablar de personajes procedentes de la calle. Miguel Ángel nos habló de su deseo de transgredir la narratología clásica y el modo de narrar refleja no la forma de hablar sino el interior de los personajes. Está claro que no hablarían así, pero ¿por qué no iba a sentir así? Son sensaciones que están en el aire que flota por el corazón de todos los seres humanos.

Coincidimos en que Carne de Gato es una novela que engancha, es una historia dinámica que no deja un momento al respiro pero sin caer en la acción facilona sino con argumentos e historias de peso, de muchos quilates que diría Miguel Ángel. Las drogas, el paro, las relaciones sentimentales, las redes de sexo en internet, son temas que se dan cita en esta obra. Siempre desde el prisma de estos tres jóvenes con situaciones vitales duras. La novela destapa la caja de los truenos sin pudor, la cara más sórdida de una ciudad, Cádiz, escenario fundamental de la historia. Coincidimos también en la belleza metafórica de los preludios de cada capítulo, protagonizados cómo no, por los gatos. Eso, y los sueños de Ana, y los golpes de efecto del argumento, y los golpes de humor, y los cabos sueltos y muchas cosas más. Puede que la temática no te guste o que no sintonices con la forma de narrar, pero sin duda, la novela no te deja indiferente, tiene mucho de revelación y de trance, te deja impactado pensando en hacia dónde va esta sociedad, esta ciudad, esta juventud. Vamos, dicho llanamente: que puede no gustarte el tema o la manera de narrar, pero Carne de Gato, en su apuesta, lo parte. Y nos dejó con una sonrisa a todos los gatos de lecturas libres.

Este es el coro que sacó Julio Pardo lleno de gatos del Campo del Sur. El segundo video son las chicas de  la comparsa Cats (clicad en Seguir leyendo). Y los dos siguientes son de la chirigota "De plaza en plaza", los palomos del Yuyu, los otros animales simbólicos de Cádiz.  Pero, ¿por qué aparecerán los palomos aquí en este post tan gatuno? Dejemos el cabo suelto...


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3 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Sólo una pequeña corrección a esta fenomenal crónica: la narración está hecha en primera persona, no en tercera (lapsus perdonado).
Por lo demás nada que objetar; esperando con impaciencia el próximo trabajo de nuestro amigo Arwez.

Equilibrista dijo...

Fua, se me ha ido la pinza, Pedro. Efectivamente, está hecha en primera persona, no sé por qué puse tercera :P Ahora mismo lo corrijo.

Raquelilla dijo...

Excelente trabajo, Deivid, nos vemos en el taller