martes, 24 de mayo de 2011

Recuerdos de viento

"Esta idea de escribir  mis memorias me surgió de pronto, casi al llegar aquí y recobrar  entero el mundo de mis recuerdos. Se me amontonaban, me  desvelaban, llegaba a oír, casi a ver, a las personas que de un  modo u otro habían estado cerca de mí., desde Belinha hasta la  Flora, y pensé que encorsetándolas en palabras me libraría de  ellas. Creo haberlo conseguido, y lo considero el premio de  tantas veladas encima del papel, en el rincón de mi salita,  mientras fuera el viento bruaba en los grandes eucaliptos.  Aquella música la conocía desde la infancia, me había acunado  muchas noches, me había ayudado a dormir cuando un dolor me  desvelaba. Algunas veces pensé que estas memorias deberían  repetir  el ritmo de los vientos, pero el viento excede el ritmo  racional de la palabra, nada puede imitarlo. Cuando sopla fuerte  encima de mi ventana, dejo de escribir y escucho. Muchas veces  me impidió continuar escribiendo; se me metía en el alma,  aventaba las imágenes y las palabras, me dejaba sin poder. Tenía  que aplazarlo para el día siguiente, cuando en el suelo del  jardin yacían arrancadas de las ramas camelias rojas y blancas. Y si ese día traía lluvia, mansa o furiosa, me era más fácil  recogerme después de haber cenado, tumbarme a recordar, escribir  luego. El trato con los recuerdos no es fácil. Van y vienen como  quieren, según su ley, fuera de nuestra voluntad, y hay que  agarrarlos, dejarlos quietos, mientras se meten en las palabras;  soltarlos luego para que acudan otros. De todas suertes, son  indóciles los recuerdos, son inclasificables e indomeñables. A veces aparecen coloreados; otras, oyes cómo reputen las palabras dichas hace veinte años, y no las importantes, sino cualesquiera, palabras sin valor que, no se sabe por qué, se quedaron ahí mientras que las graves, las trascendentes, las  felices, se han borrado para siempre. Es necesario especular,  suspender la escrituras y preguntarse: ¿Qué dije, qué me  dijo, en aquella ocasión? Unas veces se acierta; otras, sólo  aproximadamente; algunas transcriben un diálogo que pudo ser así  pero que nunca se sabrá cómo fue. Escribir las memorias tiene su  parecido con escribir una novela, más de lo que conviene. Sí,  los hechos, en su conjunto, son los mismos; pero ¿quiñén sería  capaz de recordar y describir en todos sus detalles aquella  tarde de otoño que terminó en el bosque de Vincennes? Con ser  uno de mis recuerdos insistentes, los días, a su paso, le van robando matices, y me lo represento borroso. Y para recorfar a  Clelia, tengo que contemplar su fotografía, aquella tan pequeña  arrancada del carnet de conducir."
 Filomeno a mi pesar, pp. 339 y 340

viernes, 20 de mayo de 2011

Crónicas del Club IX: Torrente de ideas

Pido perdón, porque no me he leído a Filomeno, así que hago de cronista de las ideas que cuentan mis compañeros en las sesiones del club. Y como siempre han sacado temas muy muy interesantes yendo más allá de lo que plantean los libros.  Pedro apuntaba en un comentario al post anterior que en "Filomeno" su autor saca a colación un verdadero torrente de ideas pero sin profundizar en ellas. Simplemente las deja ahí de manera testimonial, para que luego el lector se forme su opinión. Eso  es precisamente lo que hemos hecho en nuestro club. La lectura ha suscitado unos cuantos debates.

Uno de ellos andó por ramas psicológícas: el apego maternal masculino. ¿Se apegan los hombres a sus madres durante toda la vida? ¿Buscan en sus parejas a un equivalente maternal? Podríamos entrar en debate con posturas freudianas, conductistas o del campo de la sociología. ¿Determina nuestra infancia nuestra conducta? Sin duda merecería la pena investigar e indagar en este tema, para ponernos al día los que tenemos un conocimiento más bien somero.

Hablando de psicología, mis compañeros coinciden prácticamente en que el único personaje verdaderamente redondo, a nivel de profundidad psicológica de esta novela, es Filomeno. Todo bascula alrededor de él, sus experiencias vitales, su forma de ver el mundo. Todo se ve detrás de su prisma.  Julia  aportaba dos puntos muy interesantes: primero, que al pensar en Filomeno se le figuraba la estampa de Torrente Ballester, lo cual puede ser una clave para entender la génesis de la novela. Por otro lado, señalaba que el resto de los personajes son un poco estereotípicos. Funcionan a la hora de conducir la historia, pero no tienen profundidad.

Las anécdotas de Filomeno siempre tienen el barniz irónico que impregna la escritura de Torrente, y en algunos casos son la mar de extravagantes. Al hilo de esto, señalamos algunos momentos peculiarmente "telenovelescos" que hay en la novela. Amoríos entrecruzados, intereses familiares con la pecunia de por medio... 

Tampoco se entra en profundidad en materia histórica: Filomeno, desde su labor periodística, es un mero observador de los acontecimientos que suceden en el mundo. No hay una opinión que apunte a cómo intervenir en los problemas del mundo, desde luego. Nosotros en lecturas libres quizá tampoco cambiaremos el mundo del todo (fuera del club, quién sabe), pero nos atrevemos sin duda a cuestionarlo. Y eso ya es un paso para el cambio.

PD: Dejo para otro post el interesante debate que tuvimos el lunes 9 sobre ¿qué es la literatura? porque merece un comentario aparte.

Imágenes: 
Rick London, Johan Wessels, "Brainstorm": http://iesvalledelebro.es/joomla_tecno/index.php?option=com_content&view=article&id=96&Itemid=103
Eneko, "ZP": http://www.20minutos.es/vineta/eneko/1597/0/zapatero/

lunes, 16 de mayo de 2011

Crónicas del Club VIII: Filomenos y Filomenas

"Filomeno a mi pesar" es la lectura que nos ocupa ahora en el club. Escrita por Torrente Ballester y ganadora del premio Capitán Planeta en 1988. Trata la historia de Filomeno Freijomil, bueno, más que la historia prácticamente es una biografía ficticia y novelada de este personaje. Y es que arranca explicando las circunstancias de su nacimiento. Circunstancias que ya le habrían de marcar de por vida: origen humilde por parte de padre y opulento por parte de madre. Progenitora a la que no conoció, lo cual le llevó a los brazos de Belinha, que se convirtió prácticamente en su madre adoptiva (ella lo llama "meu ninho"). Belinha es la agraciada criada de la abuela de Filomeno, abuela que es terrateniente y dueña de un pazo en Galicia y que no aprobaba la unión de los padres de Filomeno.

Desde el principio, muchos miembros del club han destacado ciertas reminiscencias de Filomeno con "Juegos de la Edad Tardía" por la forma de contar, si bien la obra de Landero contaba con más riqueza poética que la de Torrente, bastante más árida en ese sentido. De Filomeno destacamos otros recursos como la ironía y el humor que impregna la obra, sacándonos siempre una sonrisa. Múltiples crónicas y personajes entre paisajes galegos, portugueses y europeos se entrelazan en este Filomeno, siendo el protagonista el centro de todo. Concluímos que requiere una lectura sopesada, pues cargarse de demasiadas páginas puede llegar a saturar.

lunes, 9 de mayo de 2011

Crónicas del Club VII: El Sueño del Rey Rojo

Uno de los momentos más evocadores y me atrevería a decir escalofriantes de "Alicia a través del espejo" es cuando Alicia ve al rey rojo y uno de los Tweedle le dice algo así como: “¿Crees que tú estás viendo al rey rojo soñar o que es el rey rojo el que te está soñando a ti? ¿Qué sucedería si despertara?” Y contesta Alicia: “No me gustaría formar parte del sueño de otra persona. Pero también me dan ganas de despertarlo y ver qué pasa.”  Esta encerrona lógica entre la curiosidad que mueve a la razón y el miedo a la pérdida de la existencia refleja esa incertidumbre con la que han coqueteado los filósofos durante toda la historia (Platón, Descartes) y que ahora los científicos amplían explorando los límites de la biología y la física cuántica (la teoría de cuerdas y la multiplicidad de dimensiones), y con la que fantasean literatos y directores de cine en el contexto de las redes de internet (pienso en Matrix).

Nuestra existencia puede parecer muy evidente, pero si dependemos de nuestros sentidos, de nuestro cerebro, ¿qué garantiza que nuestros órganos no nos engañan? se preguntaba Descartes. ¿Qué nos dice que lo que vemos, olemos y tocamos es lo real? Más aún cuando la ciencia nos habla de muchos planos de materia: unicelular, atómica en lo micro, espacial en lo macro, que responden a reglas físicas diferentes a las que nos encontramos en nuestra cotidianeidad de homínidos racionales. Nuestra existencia es al parecer evidente, (estoy aquí, tengo conciencia de ello) pero sin duda, es relativa: lo que puedo ver, oír, sentir depende de mis circunstancias. En fin, ¿quién nos asegura que no nos está soñando el rey rojo?

Esta fue una de las filosóficas cuestiones que tratamos desde nuestro humilde conocimiento del tema en las sesiones de comentario de "Alicia a través del espejo". Muchas más reflexiones de aquellas reuniones me dejo en el tintero, pero no quiero cerrar este post sin mencionar a los personajes del cuento, que son los que nos ha llevado a jugar a escribir una Alicia 3.0 con nuevos personajes de nuestra invención. Humpty Dumpty y sus dilemas, el quijotesco Caballero Blanco con sus inventos, los frenéticos Tweedle, el absurdo Jabberwocky y muchos más han sido los protagonistas de esta lectura de Alicia.

jueves, 5 de mayo de 2011

Crónicas del Club VI: Alicia espejada

Quizá el consenso general tras la primera charla sobre Alicia a través del espejo fue que se trata de un libro mucho más elaborado que El país de las maravillas. Hay muchos más juegos de palabras que dan forma a los seres que campan por el mundo fantástico, y también hay situaciones y personajes del mundo del espejo que aluden sutilmente a arquetipos y a personajes reales de la sociedad inglesa. El trabajo narrativo parece mucho más sesudo y racionalizado, cosa que contrasta con la primera Alicia mucho más espontánea y natural. Eso no gustó a muchos de los miembros del club, mientras que otros disfrutaron con los pasajes oníricos de Carroll.

En relación a esto, otro de los puntos interesantes de aquella charla fue el carácter de Alicia, que en el primer libro es mucho más infantil con un aire muy remilgado, y con la confusión siempre rodeándola. En el mundo del espejo, Alicia parece mucho más sosegada e incluso gasta alguna que otra broma, no está todo el tiempo hablando de los modales y de cómo deben hacerse las cosas. Incluso entabla una relación cercana (dentro de los parámetros del sueño) con ese caballero de la armadura tan quijotesco (pero eso lo veríamos en la segunda parte del libro). Ra apuntaba el paso de la infancia a la adolescencia de Alice Liddell (la niña amiga de Carroll, modelo de la Alicia literaria), que se aleja de esa etapa de descubrimiento mágico del mundo que es la niñez y se aleja del propio Carroll, lo cual puede ser la causa de esa pérdida de la inocencia de la Alicia literario y de ese distanciamiento de la protagonista con el narrador, reflejo del distanciamiento de Alicia y Carroll que tan crudamente se refleja en el poema final.

domingo, 1 de mayo de 2011

Crónicas del Club XXIV: La sonrisa de los gatos

"El olor a génesis que las tostadas dejan a primera hora de la mañana", "la sala del cine es una placenta de sombras", "el alma llena de raspas de pez", "la bofetada azul de la mañana", "las palabras que se escapan de la boca como pollos que corren hacia su madre" y como esas muchas más. La poesía que impregna las descripciones de Argüez es una de las características que destacamos en la charla sobre "Carne de Gato", charla que tuvimos la semana anterior a la visita de Miguel Ángel.

Junto a eso, el aspecto más llamativo de la novela (la gran apuesta según Miguel Ángel) es la narración. Está hecha en primera persona (cada una de las tres partes de la novela desde el punto de vista de uno de los protagonistas), pero el lenguaje utilizado es muy poético, muy elaborado, cosa que teóricamente no debería corresponderse con la forma de hablar de personajes procedentes de la calle. Miguel Ángel nos habló de su deseo de transgredir la narratología clásica y el modo de narrar refleja no la forma de hablar sino el interior de los personajes. Está claro que no hablarían así, pero ¿por qué no iba a sentir así? Son sensaciones que están en el aire que flota por el corazón de todos los seres humanos.

Coincidimos en que Carne de Gato es una novela que engancha, es una historia dinámica que no deja un momento al respiro pero sin caer en la acción facilona sino con argumentos e historias de peso, de muchos quilates que diría Miguel Ángel. Las drogas, el paro, las relaciones sentimentales, las redes de sexo en internet, son temas que se dan cita en esta obra. Siempre desde el prisma de estos tres jóvenes con situaciones vitales duras. La novela destapa la caja de los truenos sin pudor, la cara más sórdida de una ciudad, Cádiz, escenario fundamental de la historia. Coincidimos también en la belleza metafórica de los preludios de cada capítulo, protagonizados cómo no, por los gatos. Eso, y los sueños de Ana, y los golpes de efecto del argumento, y los golpes de humor, y los cabos sueltos y muchas cosas más. Puede que la temática no te guste o que no sintonices con la forma de narrar, pero sin duda, la novela no te deja indiferente, tiene mucho de revelación y de trance, te deja impactado pensando en hacia dónde va esta sociedad, esta ciudad, esta juventud. Vamos, dicho llanamente: que puede no gustarte el tema o la manera de narrar, pero Carne de Gato, en su apuesta, lo parte. Y nos dejó con una sonrisa a todos los gatos de lecturas libres.

Este es el coro que sacó Julio Pardo lleno de gatos del Campo del Sur. El segundo video son las chicas de  la comparsa Cats (clicad en Seguir leyendo). Y los dos siguientes son de la chirigota "De plaza en plaza", los palomos del Yuyu, los otros animales simbólicos de Cádiz.  Pero, ¿por qué aparecerán los palomos aquí en este post tan gatuno? Dejemos el cabo suelto...


Seguid leyendo para ver los otros vídeos...