domingo, 6 de marzo de 2011

Los Coronados


"Tengo grandes proyectos. Los cornudos somos legión. Debemos  organizarnos, fundar un club, o una cofradía, como el kukusklán.  Saldríamos de noche con antorchas, a chamuscar coños. La gente  se reúne para formar sectas. Las hay políticas, religiosas,  laborales y de todo tipo. Hasta los maricas y las putas tiene  sede propia. Sólo los coronados vamos insolidarios por el mundo.  Con el horror se nos va el coraje. Y siendo, como somos,  víctimas de natura, no una secta secreta, un Real Colegio  deberíamos fundar. Hay que remover los cimientos del mundo y  aprender materia de los animalillos. La humildad nos enseñará el  orgullo de las calamidades. Y aún le diré más: todos los hombres  son cornudos. Hasta los más seguros, aunque sólo sea del  pensamiento, los tienen esbozados. Hay cabrones aéreos y  terrestres. Vivir es estar de camino. Hasta la soltería y el  clero andan en armas, en servicios de retén. Hablo como hombre  antiguo que soy. Va uno a la guerra, pierde un brazo y gana una  medalla. Pues lo mismo nosotros. Los coronados también los  somos de laurel. Debemos llevar la añadidura como otros el  miembro mutilado, como un timbre de gloria. Imagínese un  ejército de vencidos. Una embestida mundial de cabrones tendría  efectos parejos al de una guerra atómica. Cambiaría el curso de  la Historia, como ocurrió con otras grandes sectas, la masonería  o el socialismo. Mire esto -y sacó un pequeño látigo con puntas  de plomo-. ¿Se imagina? ¿Qué ejército habría mayor que el  nuestro? ¡El Ejército coronado!"

Pues eso, que leyendo este fragmento de Juegos de la Edad Tardía, no pude evitar establecer paralelismos entre el esperpéntico personaje Antón (una caricatura entre zafia y humorística finamente trazada por Landero), y la parodia carnavalera de ese típico tópico "made in Spain" by el Yuyu y sus "cabrones". Como yo coja ar que ha hecho vi a clavale to er pitón iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin ¡CABRÓN!

4 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Muy agudo tu descubrimiento, casi tanto como cualquiera de esos puntiagudos pitones.
De nuevo vuelven a unirse diferentes manifestaciones artísticas por donde menos lo esperas.

Equilibrista dijo...

No quiero mofarme yo de esta realidad social. Creo que está bien reírse del estereotipo mismo, de la caricatura, por lo exagerado. Igual que me pareció divertido el personaje de Antón por lo esperpéntico y lo absurdo de las cosas que plantea, a la vez que me causa rechazo por lo fanático y lo disparatado de esa conducta.

Raquelilla dijo...

¡Quién ha dicho ole? ¡Quién ha dicho bravo? Pues yo por esta buenísima concadenación de pitones, jijiji.

Alinando (Antonio Díaz) dijo...

Siento haber tardado tanto en leer tu entrada David. A mí me encantó la forma de retratar Luis Landero a tan "insigne" personaje. En general fue un libro que saboreé desde el principio, pero esta parte fue muy divertida. Es un esperpento, una caricatura, pero hay formas magistrales de sacar humor de situaciones dramáticas, como en este caso. Para mí el que consigue eso, sea el chistoso de la tasca o un magistral novelista, es un maestro.

Buena entrada David, muy buena.