"Tengo grandes proyectos. Los cornudos somos legión. Debemos organizarnos, fundar un club, o una cofradía, como el kukusklán. Saldríamos de noche con antorchas, a chamuscar coños. La gente se reúne para formar sectas. Las hay políticas, religiosas, laborales y de todo tipo. Hasta los maricas y las putas tiene sede propia. Sólo los coronados vamos insolidarios por el mundo. Con el horror se nos va el coraje. Y siendo, como somos, víctimas de natura, no una secta secreta, un Real Colegio deberíamos fundar. Hay que remover los cimientos del mundo y aprender materia de los animalillos. La humildad nos enseñará el orgullo de las calamidades. Y aún le diré más: todos los hombres son cornudos. Hasta los más seguros, aunque sólo sea del pensamiento, los tienen esbozados. Hay cabrones aéreos y terrestres. Vivir es estar de camino. Hasta la soltería y el clero andan en armas, en servicios de retén. Hablo como hombre antiguo que soy. Va uno a la guerra, pierde un brazo y gana una medalla. Pues lo mismo nosotros. Los coronados también los somos de laurel. Debemos llevar la añadidura como otros el miembro mutilado, como un timbre de gloria. Imagínese un ejército de vencidos. Una embestida mundial de cabrones tendría efectos parejos al de una guerra atómica. Cambiaría el curso de la Historia, como ocurrió con otras grandes sectas, la masonería o el socialismo. Mire esto -y sacó un pequeño látigo con puntas de plomo-. ¿Se imagina? ¿Qué ejército habría mayor que el nuestro? ¡El Ejército coronado!"
Pues eso, que leyendo este fragmento de Juegos de la Edad Tardía, no pude evitar establecer paralelismos entre el esperpéntico personaje Antón (una caricatura entre zafia y humorística finamente trazada por Landero), y la parodia carnavalera de ese típico tópico "made in Spain" by el Yuyu y sus "cabrones". Como yo coja ar que ha hecho vi a clavale to er pitón iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin ¡CABRÓN!
Pues eso, que leyendo este fragmento de Juegos de la Edad Tardía, no pude evitar establecer paralelismos entre el esperpéntico personaje Antón (una caricatura entre zafia y humorística finamente trazada por Landero), y la parodia carnavalera de ese típico tópico "made in Spain" by el Yuyu y sus "cabrones". Como yo coja ar que ha hecho vi a clavale to er pitón iiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiin ¡CABRÓN!
4 comentarios:
Muy agudo tu descubrimiento, casi tanto como cualquiera de esos puntiagudos pitones.
De nuevo vuelven a unirse diferentes manifestaciones artísticas por donde menos lo esperas.
No quiero mofarme yo de esta realidad social. Creo que está bien reírse del estereotipo mismo, de la caricatura, por lo exagerado. Igual que me pareció divertido el personaje de Antón por lo esperpéntico y lo absurdo de las cosas que plantea, a la vez que me causa rechazo por lo fanático y lo disparatado de esa conducta.
¡Quién ha dicho ole? ¡Quién ha dicho bravo? Pues yo por esta buenísima concadenación de pitones, jijiji.
Siento haber tardado tanto en leer tu entrada David. A mí me encantó la forma de retratar Luis Landero a tan "insigne" personaje. En general fue un libro que saboreé desde el principio, pero esta parte fue muy divertida. Es un esperpento, una caricatura, pero hay formas magistrales de sacar humor de situaciones dramáticas, como en este caso. Para mí el que consigue eso, sea el chistoso de la tasca o un magistral novelista, es un maestro.
Buena entrada David, muy buena.
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